Mantenimiento del agua mediante cloradores salinos
En España hay escasez de agua y eso hace que los legisladores obliguen a no vaciar la piscina, conservando de este modo el preciado líquido. Esto hace que se incremente la proporción de algunos componentes muy nocivos al renovar una cantidad de agua insuficiente; esto sucede sobre todo cuando el tratamiento desinfectante se basa en ácido tricloro isocianúrico (pastillas). Todo elemento ácido se come los minerales, provocando así la falta de conducción eléctrica, desvitalizando el agua; comienzan a suceder cambios en el agua, como turbidez y poco poder desinfectante, viéndonos en la obligación de tomar medidas drásticas.
Hemos constatado la mejora sostenible de la calidad del agua al desinfectarla mediante cloradores salinos, porque mantienen una buena alcalinidad y solo necesita un aditivo como mucho; en piscinas tratadas con hipoclorito (líquido) la lista de aditivos es interminable. Son los aditivos los que provocan la proliferación de cloraminas, es decir, residuos irreductibles y por eso en piscinas de sal no hay prácticamente cloraminas, que se miden con el test dpd3.